Para aquellos que se niegan a admitir cuando menos la posibilidad de que la elección presidencial haya estado influenciada por algún tipo de fraude, el portal La silla vacía publicó un análisis acerca de la ventaja obtenida por Santos en el Departamento de Atlántico que, de tratarse de otro candidato y otras circunstancias, sería hoy la comidilla de los medios, de las autoridades electorales y hasta de la Fiscalía General de la Nación.

Y es que no puede uno menos que sorprenderse por el relativismo moral que se ha tomado a Colombia pues de la misma manera que el profesor Mockus aceptó  el “todo vale” de esta campaña cuando criticaba por eso mismo al gobierno de Uribe, la senadora electa Claudia Nayibe López no ha dicho nada sobre las votaciones ‘atípicas’ del presidente Santos, a lo largo y ancho del país, cuando fue ella la que se inventó ese concepto sinuoso y difuso para darles pasto a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia con quien ella comparte asados, para meter a la cárcel a cualquiera que oliera a uribismo, por supuesta asociación con los paramilitares.

Para quien tiene dos dedos de frente, lo denunciado por La silla es suficiente prueba del fraude, y eso tan solo en el Atlántico. Veamos los puntos clave destacados en el informe:

“…en Atlántico, (…) el presidente Juan Manuel Santos barrió al uribista Óscar Iván Zuluaga, en algunos municipios con más del 90 por ciento de los votos”.

– “…hay municipios atlanticenses en los que el Presidente aumentó su votación entre primera y segunda vuelta en más del 200 por ciento”.

– “Atlántico fue determinante para la reelección de Santos. (…allí obtuvo)  una diferencia de 401.993 votos frente a Zuluaga, con lo que el mandatario pudo equiparar los 433.571 apoyos que le sacó de más el candidato uribista en Antioquia”.

– “Es también el departamento de la Costa en el que más aumentaron los votos de Santos entre primera y segunda vuelta presidencial: 346.674, mientras que en los otros seis esa diferencia fue de más o menos 100 mil”.

– “…en Atlántico fue en donde más disminuyó la abstención entre una y otra ronda de presidenciales: pasó del 76 al 49 por ciento, es decir que la participación casi se duplicó. Hace cuatro años pasó lo contrario: la participación se redujo entre la primera y segunda ronda presidencial: bajó de 32 a 27 por ciento”.

– “De los 23 municipios de este departamento (…), el Presidente sacó el 90 por ciento de los apoyos en dos: Polonuevo y Repelón, y más del 80 por ciento de los votos en 12”.

– “En Polonuevo, Palmar de Varela, Baranoa, Sabanalarga y Santo Tomás (…) Santos ganó con entre el 85 y el 90 por ciento de los votos, lo que es muchísimo. Pero, además, en todos ellos la abstención se redujo entre 20 y 24 puntos frente a la segunda vuelta de 2010 (por ejemplo, pasó de 65 a 43 en Sabanalarga). Eso es un comportamiento excepcional que sólo se registra en 23 municipios del país”.

– “Varios de esos municipios en los que la gente salió masivamente a votar por Santos son los mismos que en 2010 quedaron bajo el agua (…). La peor tragedia invernal en la historia reciente del Atlántico, advertida con anticipación por muchos nativos de la zona que llevan más de tres años quejándose de la inoperancia estatal. (…) Aún así, Santos barrió con apoyos en la zona y en municipios como Repelón alcanzó incluso el 90 por ciento de los votos”.

– “(En Atlántico…) Santos terminó sacando 541.455 apoyos, mucho más de lo esperado y mucho más de lo que sacó allí mismo en la segunda vuelta de hace cuatro años, cuando contaba también con toda la máquina del Estado pero además con el respaldo del entonces presidente Álvaro Uribe: 288.274 votos.

En Atlántico, Santos sacó más respaldos de los que sacaron en marzo pasado todos los senadores de los tres partidos que oficialmente están en su Unidad Nacional (liberal, Cambio Radical y La U), quienes sumaron aquí 383.145 votos.

Todo eso con una participación menor de la que hubo en las legislativas, cuando salió a votar el 52 por ciento de los electores que podían hacerlo, mientras que en la segunda vuelta lo hizo el 41 por ciento. Aunque es normal que la participación baje entre legislativas y presidenciales, la curiosidad en el Atlántico es que el número de personas que salió a votar el pasado domingo fue bastante superior al de la segunda vuelta de 2010 y las presidenciales de 2006. Esta vez la participación fue del 41 por ciento, en 2010 fue del 27 por ciento y en 2006, cuando estaba Uribe, del 31 por ciento”.

Para concluir, vamos por partes:

Uno. Es francamente imposible que un candidato gane en un municipio por más del 90 por ciento de los votos sin una explicación racional y evidente, como que se trate de su lugar de nacimiento. Y que en un departamento con 23 municipios, gane con más de 80 por ciento en 12 de ellos sin tener ningún nexo con esa región.

Dos. Es un caso sumamente atípico el que en un departamento como el Atlántico, la participación haya aumentado entre las dos vueltas presidenciales del 24 al 41 por ciento cuando hace cuatro años ocurrió todo lo contrario, bajando del 32 al 27 por ciento.

Tres. Es absurdamente insólito que tan altas votaciones se hayan presentado en una región que lleva tres años quejándose por el abandono en que Santos los sumió después de la tragedia invernal. Es como si Santos hubiera barrido en Gramalote, municipio de Norte de Santander que lleva igual tiempo clamando por su reconstrucción. Sin embargo, a pesar de que Santos ganó en ese Departamento con el 50,3 por ciento frente a 46,2 de Zuluaga, en Gramalote perdió, como era de esperarse, con 40,3 por ciento frente al 57,2 del candidato del Centro Democrático.

Por otra parte, el intento de darle una explicación a estas anomalías en base a aspectos como a) extrañas alianzas que pusieron en el mismo barco a la izquierda, los Char y el ‘Cura’ Hoyos; b) la supuesta existencia de voto de opinión en la Costa, y c) el hipotético miedo al retorno del paramilitarismo, cuando fue precisamente el gobierno de Uribe el que lo erradicó, constituye una torpe manera de enterrar un hallazgo al que valdría la pena seguir jalándole el hilo. ¿O es que se asustaron con el cuero? No en vano son muchos los que no dudan ya en rebautizar a ‘JuanPa’ como ‘JuHampa’. Lo que aquí vemos es un pequeño filón de un fraude inmenso como el mar.

(Publicado en Periódico Debate, el 30 de junio de 2014)

Posted by Saúl Hernández

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