Si hay algo peor que la discriminación, ello es la ‘discriminación positiva’, pues termina siendo contraproducente como viene aconteciendo con las leyes contra la homofobia, ya que aunque pueden ser promovidas de buena fe y con nobles intenciones, ahora encubren el esperpento de la ideología de género, un credo que ha apadrinado la extrema izquierda a nivel mundial para socavar los cimientos de la sociedad occidental, como son la cristiandad, la familia y sus tradiciones.

De mandarlos al paredón, la izquierda totalitaria pasó a instrumentalizar a la comunidad homosexual mediante un poderoso lobby tan bien financiado que hace ver a otros grupos de presión como menesterosos. El lobby gay está tan íntimamente ligado a Wall Street que hasta parece una marca registrada, y probablemente es lo único que tienen en común firmas como Apple y Microsoft. La mayoría de las grandes corporaciones se han declarado ‘gay friendly’, pero no tanto para brindar igualdad de oportunidades laborales para esa comunidad, como para financiar sus ‘cruzadas’, verbigracia, matrimonio igualitario, adopción gay, leyes antidiscriminación, etc.

No pocos son los que creen que lo que hay de fondo es una especie de conspiración que tiene como objetivo de fondo el control poblacional, reducir el número de habitantes del planeta, y que ese sería el motivo por el que este lobby es apoyado por prestantes instituciones como la Fundación Rockefeller y la Open Society Foundations del magnate George Soros. Pero lo cierto es que es una agenda mundial que está dando grandes zancadas. Hasta paradójico es que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, sea un acérrimo crítico [VER VIDEO].

A mediados de junio, la asamblea de la Comunidad de Madrid (España), aprobó una ‘ley contra la discriminación y por la diversidad sexual y de género’, que incluye el adoctrinamiento de los niños desde el jardín de infancia con cuentos y juegos elaborados por la Federación Gay de España. En ellos se enseñan cosas como que puede haber niños con vagina y niñas con pene, que los niños se pueden poner faldita o que un niño puede tener papá y papá o mamá y mamá. ¿Suena conocido? Tantas semejanzas no son coincidencias, es una agenda mundial.

En mayo, la administración Obama se subió al bus de los baños mixtos al emitir una directiva en la que ordenaba a las escuelas públicas permitir que cada estudiante use el baño del sexo con el que se sienta identificado. La mitad de los estados protestaron, pero Obama los amenazó con disminuirles sus presupuestos. Una medida que contrasta con iniciativas contra el abuso como el transporte exclusivo para mujeres en taxis, buses y trenes. Ahora habrá abusos en baños y vestuarios, pero eso no les preocupa a sus promotores.

En los últimos meses, la imposición de la ideología de género ha originado protestas en países como Panamá, México, Canadá y España, pero el lobby gay se mueve más rápido y está logrando imponer leyes que coartan las libertades de expresión y pensamiento, al prohibir las críticas a la transexualidad y penalizarlas con cárcel. Ya en Colombia, la directora de un colegio está en prisión por el suicidio de un joven que fue matoneado por ser gay, pero otros suicidios motivados por matoneo por otras causas no han merecido la menor atención, el rasero no es el mismo.

Puede ser aventurado pensar que un niño se va a volver gay por una cartilla que le sugiere ponerse una falda, pero es casi seguro que le puede crear una confusión innecesaria. En esto es mejor escuchar a los expertos y el Colegio Americano de Pediatras ha dicho con toda claridad que la ideología de género le hace daño a los niños.

Es evidente que este adoctrinamiento llegó al país, la ministra Parody mintió: sí había una cartilla [VEA LA CARTILLA AQUÍ]. Y Santos miente al decir que esta ideología no se impondrá, para no afectar el plebiscito, pero luego la promoverá. Acaso, ¿cuándo ha dicho la verdad?

(Publicado en el periódico El Mundo, el 16 de agosto de 2016)

Posted by Saúl Hernández

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