Es imposible sentar una visión completa sobre el tema de la transformación de las Empresas Públicas de Medellín en un escrito tan corto. Primero que todo, ¿transformación para qué? Lo que distingue a EPM en Latinoamérica es su EFICIENCIA, entonces el objetivo de la transformación debe ser el de seguir siendo eficiente: que al oprimir un suiche haya luz; que al abrir un grifo salga agua; que al levantar el auricular haya tono. También que fluya el gas, que no se caiga la señal del cable, que el internet navegue rápido, etc., todo a precios justos y máxima cobertura.
¿Qué podría arruinar esa eficiencia? Todo parece indicar que en energía y agua, el negocio está seguro por ahora pero en telecomunicaciones la tecnología cambiante y de alto costo en medio de un mercado plagado de competidores agresivos, puede poner en riesgo todo el capital de EPM. Eso no lo niega ningún experto y por eso la propuesta central de transformación consiste en separar el negocio de las telecomunicaciones del resto.
¿Si la solución es tan obvia, por qué las discrepancias? Porque EPM tiene muchas empresas en el sector de telecomunicaciones de las que además no es dueño absoluto y hay un 20% de participación privada. Entonces no se ve muy factible la posibilidad de fusionar en una sola empresa a la Telefónica de Pereira, a Emtelsa (Manizales), a Epm Bogotá, a Edatel. Capítulo aparte es el tema de Colombia Móvil y Orbitel, donde EPM sólo tiene el 50% de éstas y comparte propiedad con verdaderos pesos pesados de los negocios. De otro lado, la figura de la fiducia, que se ha querido ver como una solución milagrosa, es una salida inviable si no es EPM la depositaria del control absoluto del negocio, si no es quien mande en la organización resultante porque no es lógico que siendo EPM la empresa eficiente termine mandada por otras o que se invente una empresa de juguete para gobernar el tren. Pero, por tanto, es utópico creer que los demás —léase ETB, Valorem (Santodomingo), Sarmiento Angulo y otras yerbas— se van a acoger a una fiducia en la que EPM mande sobre sus intereses. Convencerlos de la fiducia sin entregar a cambio buena parte del control es tan difícil como convencerlos de vender sus participaciones a EPM, lo que sería ideal si se contara con los 500 millones de dólares a los que puede ascender el negocio.
Ahora, no sólo hay discrepancias sino también desconfianzas. La desconfianza que genera el estudio se debe a que éste sugiere organizar las ‘telco’ de EPM en torno de Orbitel, una empresa con presidente de lujo y buenos resultados pero que no parece tener mucho futuro por la caída de la telefonía fija de larga distancia frente a otras tecnologías. Esto en vez de organizarlas en torno de Colombia Móvil (Ola), empresa que tiene mala imagen pero mucho futuro por ser de telefonía móvil. Hay además ‘secretos’ de la propuesta que el gerente Juan Felipe Gaviria se abstiene de revelar y el hecho de que él mismo, a pesar de tener fama de hombre honesto, ha sido indelicado en varios temas como su presencia en la junta directiva de Siemens. Nos vendieron la idea de que el intachable rector de Eafit sería el gerente de EPM y éste, con desespero mal disimulado, hizo renunciar a su hijo Alejandro en Planeación Nacional para poder posesionarse. Fue el concejal Mauricio Gutiérrez el que puso en la palestra el tema Siemens por el cual, como la mujer del César no sólo debe ser honesta sino parecerlo, el doctor Juan Felipe debió manifestarse impedido para asumir el cargo ofrecido por el alcalde Fajardo.
No todo está dicho ni todo está claro, el tema sigue; pero no parece sensato que el camino de EPM sea convertirla en un monstruo de mil cabezas, con mercados allende las fronteras antioqueñas, mientras aquí ya desconectan a la segunda factura, hay miles que no pueden pagar y se cobra con tarifas de usura en las regiones que aportan sus aguas al sistema eléctrico. No hay mejores transferencias que asegurar agua potable y algo de energía a los sectores pobres en vez de transformar esos excedentes en plazas de mármol. El éxito de cualquier transformación de EPM valdrá huevo si no beneficia a los habitantes de Medellín y Antioquia; EPM debe ser manejada con criterio de empresa privada, con ánimo de lucro, pero con intención solidaria hacia nuestras gentes.
Publicado en el periódico El Mundo de Medellín, el 9 de mayo de 2005 (www.elmundo.com).